Traumas.

Hace años, mi familia fue invitada al aniversario de la Iglesia a la que asisten mis abuelos. Por asuntos del trabajo sólo fuimos mi mamá, mi carnala y yo.

Por costumbre llegamos tarde, suerte que teníamos que había espacio en la banca en la que estaban mis abuelos que gustosos nos invitaron a sentar.

Fue un culto normal, hubo música todo volumen que no se entendía pero valla que se escuchaba, oraciones en las que gritaban a los cuatro vientos pidiendo sanidad para las personas y reprensión al Demoño (¿Por que no orarán así en casa?).

Mi problema con los cultos largos empezó allí, hasta cierto punto nos estabamos acostumbrando a este tipo de "manifestaciones" del Espíritu (Aún no descubro si el de ellos o el de Dios), pero no dejabamos de sentirnos fuera de lugar, en especial mi hermana y yo.

El predicador comenzó a dar su exortación típica, gritos por aquí y por allá, reclamos al diablo por "hacernos" pecar, exhortación de sanidad, a estas alturas ya habían pasado casi 34 minutos y ya tenía un hambre atroz, pero en fin "Esto ya va a acabar" pensé, no sabía lo equivocado que estaba. Aún faltaba que el pastor hiciera la invitación para todos aquellos que se iban a "consagrar", desafortunadamente en donde vivo es lo mismo que hacer "promesa", prometen ya no beber, fumar, mujeriar, hombrear, pero no hay compromisos serios (No siempre es así), "Haber si esta vez sí se me da".

Más de la mitad de los hermanos e Iglesias invitadas pasaron junto con algunos de los invitados, estos últimos con más sinceridad. Yo me quedé en mi lugar, mi mamá me insistió pero no quise ir.

Hubo otro periodo de 40 minutos más de "alabanza", lástima que no supe que decían, el sonido era demasiado estridente para entenderse, dieron el paso a otro hermanito predicador, todos críamos que sólo iban a ser unos minutos, ¡Pues no! fue otra predicación de 50 minutos, contenía los mismo elementos que la anterior, pero eso sí, todo fresco, al final un llamado para los que se iban a consagrar, me sorprendio que pasaron los mismos (¿Acaso pecamos tan rápido?). No queriendose quedar atrás pasaron otros 2 predicadores con mismo tiempo, mismo esquema y la misma invitación, bueno a que jugamos, ¿A ver quien "alcanza" más? o "Lero, lero yo hice que pasaran lo que tú no-o", tal vez "Ya se me olvidó por que pasé hace rato, así que vamos de nuevo", ¡Ya sé!: "Si no pasan en mi invitación Dios no los tomará en cuenta", el pastor de la Iglesia tuvo que ir a Acarrearnos, ya nadie quería pasar y ni modo de dejar mal al ministro. Esta vez tuve que ir, no por que quería, sino por que era el único en las bancas y se "veía" mal, así que el pastor me tomó del brazo y me llevó a consagrarme.

De ahí viene mi problema con cultos largos, ahora que dirijo no lo hago como rayo, si no que soy consiente que todos tenemos sólo minutos de atención y si no se aprovechan empezamos a hacer cualquier otra cosa menos poner atención.

Trató de ser interactico en cultos y prédicas que me tocan dar, más que nada por que no me gusta que paresca monólogo y por que me gusta que los hermanos piensen en lo que les digo, que lo analicen y que no digan sí a todo. Pero bueno cada quien sus gustos.